Cuando estudias una oposición la pregunta que todo el mundo suele hacer es: “¿Cómo puedes levantarte a estudiar todos los días?, yo no podría…” , pero la realidad es que levantarse a estudiar es el menor de los desafíos.
Cuando el opositor se enfrenta a sus apuntes, también se está enfrentando a sus pensamientos: “¿Qué pasa si suspendo?”, ¿Cuánto tiempo voy a estar así?”, “¿Por qué estoy haciendo esto?”, “¿Debería dejarlo?”, “No entiendo esto”, “Me siento solo”, “Tengo miedo”. Está en una competición consigo mismo, intentando vencer todas las preguntas y miedos que rodean al estudio y a la voz de su cabeza que le dice: "No vas a sacarlo, déjalo". Por suerte, también está la voz que motiva, que da fuerza y que dice: "Una plaza es tuya".
En este post te doy algunos consejos para hacer que el estudio sea menos cuesta arriba y que te enfrentes a él de una forma más eficiente y optimista:
1. TEN LA META CLARA Y MUY PRESENTE
Escríbelo en mayúsculas, negrita y subrayado: UNA PLAZA ES MÍA. Cópialo en tu mente y en una hoja de papel (y colócala en un lugar que veas cada día). Es muy probable que cuando estés perdido entre las montañas de apuntes se te olvide el porqué de lo que estas haciendo. No dejes que eso ocurra, mira tu papel y recuerda que la META es más grande que tus dudas.
2. VE DÍA POR DÍA
Muchos días verás la lista de temas o la montaña de papeles que te espera esa semana y sentirás que no puedes con ella. La negatividad entrará en tu cabeza y querrás dejarlo: para este pensamiento. En vez de darle vueltas a todo lo que tienes que estudiar para aprobar, mira que puedes hacer HOY para avanzar un poco y estar más cerca de tu meta.
3. LOS PEQUEÑOS OBJETIVOS LLEVAN A GRANDES RESULTADOS
Este paso está muy conectado con el anterior. Está bien tener objetivos ambiciosos pero debemos también pensar en pequeño para lograr grandes metas. Si nos proponemos estudiar el temario entero en un solo día no llegaremos a ningún lado. Mira todo lo que tienes que estudiar, y divídelo en partes más pequeñas: el primer día te lo lees, al día siguiente lo subrayas, al próximo te haces un esquema y el último día te lo memorizas. ¿No parece eso más sencillo que intentar memorizarse un millón de hojas sin parar? Esto nos lleva al siguiente punto…
4. ORGANIZATE, REORGANIZATE Y VUELVETE A ORGANIZAR
Vas a manejar mucha materia durante un tiempo muy largo por eso es imprescindible organizarse. Debes pensar en un esquema diario, semanal y mensual. El tiempo puede pasar muy deprisa, si no trabajas con pequeños objetivos puedes darte cuenta de que no has avanzado mucho en un largo periodo de tiempo. Coge un calendario y planifica tu mes. Escribe al final de cada semana qué crees que puedes conseguir y cuál es tu objetivo para el final del mes. Con el tiempo, serás más preciso sobre tu ritmo de estudio y tus objetivos serán más realistas. Cambia esa organización todas las veces que quieras (hay semanas que nos va cundir más y otras menos, no pasa nada si no cumples tu objetivo), pero tenla siempre en mente para ser lo más eficiente posible. Además, el tener pequeños objetivos, pequeños "ticks" que poner a tu lista, te hará sentir mucha gratificación cada vez que cumplas uno y te motivará a seguir trabajando.
5. HABLA, NO ESTÁS SOLO
La vida del opositor puede ser muy solitaria. Al final del día estas tú contra el temario y contra todos los pensamientos que pasan por tu cabeza. No dejes que esos pensamientos se queden ahí: habla, comparte como te sientes (aunque sea con personas que no están pasando por lo mismo que tú). También puedes escribir un diario para vaciar tu mente. Si lo haces, cuando termine está experiencia, podrás leer el gran crecimiento personal que has experimentado.
6. PASE LO QUE PASE, YA HAS GANADO
La meta del opositor es conseguir una plaza, pero no nos damos cuenta de que se puede ganar mucho más que solo eso. Todas las horas de estudio que has dedicado te han aportado un conocimiento que nadie te puede quitar. Si no has logrado la plaza, eres experto en aquello que has estudiado, además de ser más maduro, un excelente organizador de tiempo y un gran trabajador de forma autónoma. Esto es una inversión para tu futuro saques la plaza o no.
7. DESCANSA
Estudiar es importante, pero descansar también. Muchas veces al opositar no respetamos las vacaciones. En semana santa estudiamos, en navidades también, y en cualquier ocasión que encontremos. Opositar es un estudio que nunca se acaba, siempre se puede estudiar más, pero si no descansamos nos va a costar mucho continuar. Tómate descansos, cógete unos días de vacaciones y haz una excursión, olvídate del estudio en ese tiempo de descanso y vuelve con las pilas cargadas.
Espero que estos trucos os ayuden en el estudio. Recordad que no estáis solos en esto y que pase lo que pase ya habéis ganado. Si tenéis algún consejo que compartir que os haya ayudado a vosotros, no dudéis en dejarlo en los comentarios.